By: Estefania Mesa
Julio 19, 2018
Colombia es un país tan diverso en ecosistemas como en realidades sociales. Nos enfrentamos a una multiculturalidad separada por enormes brechas que cada vez se hacen más grandes si ponemos en contraposición y en palabras simples los conceptos antepasado y modernidad.
Por eso hoy resaltamos con especial admiración a EXPOARTESANO, una plataforma que nos permite estar en contacto con más de 20 etnias (desconocidas todavía por muchos) que sobrevivieron a la conquista española y que ahora nos maravillan con sus habitantes y sus creaciones. Durante 10 días tenemos la posibilidad de sumergirnos en este encantador escenario y como visitantes, hacemos un viaje por diferentes regiones del país descubriendo una cantidad de culturas, su gastronomía, orfebrería y manera de ver la vida, rituales y tradiciones expresadas mediante un tejido, una vasija, una escultura.
Es encantador estar en contacto con personas que, pese a las nuevas tecnologías se niegan a que muera su legado, conservan sus tradiciones intactas y pretenden que sigan pasando de generación en generación. Es una labor ardua, más si ponemos en consideración que además de lo atractivo que resulta para un joven salir a la ciudad y llenarse de mundo están de por medio el conflicto armado y la falta de control del estado sobre el territorio en el que se encuentran. Y aún con los pronósticos en contra, llegan luego de días de viaje a exponer eso que los hace únicos. Sin ninguna pretensión nos invitan a empaparnos de su realidad, entonces vemos de otra manera piezas de diseño que trascienden lo decorativo.
También nos encontramos con muchos artesanos del presente, es decir, que no pertenecen a una comunidad indígena en específico, pero que tienen como objetivo resaltar la labor de tribus extintas o potenciar la de las existentes. Ellos le dieron trascendencia a nuestras raíces y lograron resignificar una técnica, un dialecto, un material para crear productos atractivos y más importante aún, cargados de valor. En su mayoría trabajan de la mano con nativos, se referencian de libros de biblioteca y se empapan de su día a día para entender qué hacen, cómo y por qué.
Para imasd se convierte entonces en necesidad poner sobre la mesa un sin fin de oportunidades resultantes de un proceso de investigación que como cualquier otro, surge de la observación y el análisis. Mediante nuestro coolhunting (cacería de tendencias) identificamos patrones en técnicas e insumos para desarrollarlas que están directamente relacionadas a la región del país al que pertenecen los artesanos. También encontramos similitudes entre ellas como las tintas vegetales para teñir sus telas y técnicas como la talla en madera aunque con aplicaciones diferentes.
Nuestro presente plantea una cantidad de posibilidades que hace tal vez 50 años ni siquiera imaginábamos, como por ejemplo enterarnos en cuestión de segundos de lo que sucede a millas de distancia, en tiempo real. Estamos por ende, susceptibles a lo que viene de afuera, que desde siempre nos ha maravillado y sabemos que esto nos ha llevado a la innovación, a salirnos de lo común, de lo esperado. Pero hoy queremos recordar la importancia de mirar primero hacia adentro, a resaltar eso que nos hace únicos. Queremos hacer un llamado a nuestras industrias, invitarlas a conocer las diferentes culturas que nos componen, identificar patrones, enriquecernos con todas las formas, colores e historias y construir oportunidades para la creación de productos que potencien lo que somos.
Queremos coexistir con nuestras raíces, inspirar mediante referentes locales que en ninguna otra parte del mundo encontraremos, queremos diseñar para marcas que le apuesten a lo nuestro, que se embarquen en la misión de apropiarse de lo que somos y contárselo al mundo de tal manera que creemos identidad.