By: Daniel Moreno
Septiembre 17, 2018
La felicidad es una palabra con significados completamente individuales e íntimos. Para mi, la felicidad es el poder tener una coherencia entre el hacer, pensar, sentir y ser, en cinco entornos: familiar, afectivo, saludable, espiritual y profesional. No es fácil encontrar personas con la capacidad de mantener estos elementos equilibrados. Lo que podemos empezar a hacer es, simplemente, ser conscientes de ellos.
Profesionalmente, nuestro desarrollo debe ser la sumatoria de oportunidades que nos permitan crecer como personas y que nos lleven a tener una mejor versión de nosotros mismos, una versión apasionada por lo que hacemos, que se despierta cada día con ganas de seguir retando la vida.
Hoy tengo la oportunidad de ser parte de ImasD, una marca que incluso desde hace mucho tiempo ya me sorprendía.
Lo primero que puedo decir es que ImasD trasciende lo que es una marca y se convierte en una cultura. El día empieza con una taza de café y un juego/reto creativo para estimular la mente y conectarnos como equipo. Cualquier situación, bloqueo mental, momento de tensión o simple interés en hacer una pausa activa, se soluciona con un Icebreaker que siempre ayuda a mantener la buena energía y reírnos un rato. Este tipo de actividades mantienen la mente inquieta y rompe la cotidianidad.
¿Las personas?, el equipo se enriquece desde la diversidad, se disfruta la diferencia y se reconoce en el otro un complemento y un conjunto de valores necesarios para el resto. Al ser conscientes del sentido de colectividad y propósito de equipo, cuentan el uno con el otro, siempre!
En ImasD desaparecen los altos cargos y las jerarquías. La autogestión y el empoderamiento son claves en el desarrollo de los proyectos, esto permite que cada persona los asuma con compromiso y responsabilidad. El ritmo de trabajo fluye con confianza y disfrutando de los procesos, lo cual se le transmite a los clientes, con quienes vibramos en cada reto.
No tenemos una oficina, tenemos un estudio donde nos inspira la naturaleza, donde compartimos espacios abiertos y creados para el pensamiento libre. El Idearium recibe a nuestros visitantes y se llena de ideas y contenidos en cada taller de co-creación. Es también donde tenemos el honor de recibir invitados que nos regalan su experiencia y nos llenan de conocimiento y nuevos puntos de vista. Además, en cada rincón, post-its, marcadores, colores, papeles, tijeras, plastilinas… lo que sea que pueda ayudarnos a plasmar una idea.
Así se vive ImasD, un lugar donde amamos los retos y con ellos creamos futuro. Un lugar donde protegemos la coherencia y el propósito de las marcas, donde día a día buscamos nuestra mejor versión y la plasmamos en cada uno de los detalles de nuestro trabajo.