¿Cómo diseñar procesos creativos y no frustrarse en el intento?

La capacidad creadora de cada individuo 

By: Camila Arango
Febrero 28, 2020

En nuestro día a día nos vemos enfrentados a un sin número de ocasiones para trabajar en equipo, desde que convivimos con nuestras familias y amigos, hasta cuando llegamos al trabajo y entendemos que si hacemos las tareas solos todo se vuelve más difícil.  Pero, hay situaciones donde el trabajo en equipo se vuelve más complejo de lo que imaginamos, puesto que las personas tienen puntos de vista y maneras de trabajar diferentes y nos podemos encontrar con problemas de comunicación, dificultad para alinear objetivos o evitar discusiones hirientes en la toma de decisiones. 

Pero se han preguntado, ¿por qué en ocasiones resulta tan complicado trabajar con ciertos equipos, y en otras ocasiones las ideas fluyen sin límite?

Posiblemente hayas creído que el problema radica en el equipo de trabajo, pero ¿qué pasa si te decimos que el problema está en el proceso que diseñaste?

Vamos a ver lo siguiente:

Cuando pensamos en diseñar un proceso creativo para las sesiones de ideación y co.creación lo primero que se nos viene a la mente es el trabajo en equipo. Lo principal son los equipos que participarán, entender las personas es clave puesto que no todos los procesos funcionan para todos los equipos.

Entonces, si vas iniciar a diseñar un proceso creativo más allá de entender qué herramientas necesitas y cómo utilizarlas, es mejor entender los objetivos de la sesión con los que tienes que cumplir. 

Para nosotros en imasD, el proceso creativo es modular, se arma como un rompecabezas que tiene de cuatro a mil piezas y tiene mil maneras de ser armado y desarmado. Si, desarmado, porque no podemos asegurar que todo suceda bajo lo planeado o establecido, o qué rumbos tomará la sesión, pero sí podemos asegurar que cumpliremos los objetivos. Por ende, no hay por qué apegarse a un proceso de diseño armado, hay fichas y cartas en las que se puede elegir cuales  usar y cuales no. Un proceso creativo debe ser flexible y moldeable.

La gran mayoría de las veces surge la pregunta de si el proceso creativo es para todos los equipos de trabajo o personas al interior de la empresa, y la respuesta es sí. La creatividad es de todos, es una habilidad que no distingue entre profesiones ni áreas del conocimiento,  por esto es necesario romper con los prejuicios o paradigmas que hay sobre esta capacidad. Para esto, en el proceso debemos darle a cada persona del equipo formas de participar y tareas por ejecutar, haciéndolos sentir que sus ideas son válidas e importantes, e incluso hablar en términos que todos puedan entender. Un proceso creativo debe ser inclusivo y accesible.

Al momento de realizar la sesión de ideación podemos tener todo bajo control y haber preparado el terreno, pero debemos estar preparados para este tipo de situaciones y retos ocultos: 

  • La ley del menor esfuerzo: “nadie se va a dar cuenta que no estoy generando ideas”

Cuando todos están ideando hay personas que deciden no participar, por esto es esencial tanto la parte grupal como la individual, de esto se trata el trabajo en equipo. 

  • Sensación de seguridad: “mi jefe es quién toma la decisión” 

Las empresas y sus jerarquías se trasladan al espacio de la sesión, por lo que tiende a ser más relevante para todos la opinión del jefe y su punto de vista. Eso habla de cómo está constituida la cultura y el tipo de liderazgo que se vive al interior de cada empresa.

  • Incertidumbre: “muéstrame otra vez el paso a paso”

Si no se sabe controlar bien, genera ansiedad en los equipos y esto puede entorpecer el proceso creativo, no solo de quién lo siente sino de todo su equipo de trabajo. 

Aunque lo anterior sean tropiezos, existen maneras de mitigarlos. A continuación les mostraremos algunas de las herramientas que utilizamos para convertir lo negativo en positivo

Antes de comenzar un nuevo reto, abrimos la sesión con una Hoguera de Preocupaciones, donde todos los asistentes queman sus miedos, disponiendo su mente y cuerpo a la adaptabilidad y flexibilidad del proceso. Luego de esto entramos en una etapa de inspiración, donde nos exponemos a estímulos de diferentes fuentes, desde el espacio hasta la información que se entrega; todo esto para evitar el síndrome del papel en blanco. Este es el insumo para la generación de ideas. 

Transversalmente hacemos un lectura de los equipos, su manera de trabajar, qué está funcionando o debe cambiar, incluso cómo motivarlos durante la sesión a dar su máximo potencial, ya que como facilitadores tenemos la responsabilidad de mantener la energía del equipo arriba y dar herramientas que hagan más fácil todo. 

Además fomentamos el juego durante la sesión, esto aumenta la atención y la proactividad de cada participante, también la diversión y el disfrute del proceso. Los icebreakers son un buen ejemplo de actividades para dejar volar la imaginación, subir la energía, fomentar el trabajo en equipo, entre otros. 

Para finalizar queremos dejarte una lista de cosas que no puedes olvidar a la hora de diseñar un proceso creativo: 

  1. Entiende que los procesos creativos no son lineales y normalmente no se nutren como una cadena sino como red, creando conexiones de muchas cosas en nuestro entorno.
  2. Los icebreakers hacen que los participantes derriben murallas y se sientan al mismo nivel, homologados. El proceso creativo debe ser un espacio donde todos, hasta el presidente de cualquier organización, se atreva a divertirse y salir de su zona de confort. 
  3. No pretendas que de un taller de ideación y co.creación todos salgan siendo los más creativos, es algo que se tiene que convertir en un hábito, algo de todos los días. El proceso es exitoso cuando se replica al interior y es experimentado por todos.
  4. La consciencia de estar aquí y ahora es vital. Hoy en día hay demasiadas distracciones como compromisos del futuro, la tecnología, tareas que no se hicieron, entre otros. Pero es un espacio que merece respeto y concentración.
  5. La creatividad no es un mundo de juegos y total libertad, la creatividad tiene reglas, las cuales facilitan que se cumplan los objetivos y ayudan al equipo en ir a una misma dirección. 
  6. Cree en la capacidad creadora de cada individuo de tu equipo.
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