Por: Isabella Ortiz
Mayo 27 de 2022
Actualmente vivimos en un mundo más competitivo, donde lograr la diferenciación en un mercado tan saturado se vuelve un reto cada vez mayor. Sin embargo, todas las marcas tenemos un aliado que poco se utiliza y este es el poder que tienen las marcas para influenciar sobre las personas. ¿Cómo los consumidores pueden interactuar con los productos y las marcas de diferentes maneras?
En imasD siempre hemos considerado a las marcas como organismos vivos, que tienen múltiples facetas por explorar y potenciar. Las marcas tienen el poder de cambiarlo todo y con este poder una gran responsabilidad. Desde su propósito, valores y comunicación pueden crear -o transformar- una cultura, rituales o hasta educar en nuevas formas de consumir un producto.
Por su impacto, las marcas también tienen la gran oportunidad de ayudar al planeta y a los consumidores con sus mayores problemas o necesidades. Un cambio de mentalidad impulsado por una marca puede hacer que reduzcamos la cantidad de agua que utilizamos al bañarnos o que consumamos café de forma diferente. También puede inculcar valores en una ciudad o enseñarnos a consumir alimentos nuevos.
Existen marcas que no sólo han aportado mejoras a nuestra vida sino que han cambiado nuestros hábitos como sociedad. Se trata de crear estrategias que impacten positivamente el público al que se dirigen para transformar sus costumbres más cotidianas.
Un ejemplo de todo esto es el caso de Nestlé, que transformó la forma en la que consumimos café instantáneo, buscando que cualquier persona pueda disfrutar de una taza de café en el hogar como si fuera un experto barista. Permitiendo elaborar el café de forma sencilla y conservando un mismo sabor en cada taza. Más allá de la creación de un producto buscaron nutrir la relación con sus clientes, vendiendo un estilo de vida potenciado por su club, sus boutiques, sus influencers y la tienda online.
Otra marca que nos enorgullece a todos los paisas y es gran ejemplo de creación de cultura es el Metro de Medellín. El Metro ha desarrollado varios proyectos alrededor de la ciudad, incentivando el arte, la cultura, la diversidad y, lo más importante, el respeto y la responsabilidad. Promoviendo la “Cultura Metro”, los ciudadanos se han apropiado de los espacios públicos por medio de información y educación del entorno.
Y un último ejemplo para este artículo es Alpina, la marca que revolucionó la forma en la los colombianos comemos queso. Esta marca introdujo los quesos madurados en la mesa de los colombianos, a través del conocimiento y la educación. Por medio de diversos canales les muestran a los consumidores qué tipos de quesos hay, sus beneficios y la forma en la que los pueden consumir. Lo que incentivó a las personas a crear nuevas experiencias de consumo en sus hogares y educó sus paladares con nuevos sabores.
Más allá de entender el gran poder que tienen las marcas es importante tener en cuenta la gran responsabilidad que implica esta influencia. Es necesario apostarle a generar nuevas estrategias que impacten positivamente a las comunidades. Los productos y servicios son el medio por el cual podemos forjar conexiones más duraderas con los usuarios pero no son el único elemento de la marca. Hay que construir marcas con un propósito claro que nutran la vida de las personas, les enseñen sobre su impacto en el planeta y transformen positivamente su día a día.