By: Luisa Fernanda Montoya
Abril 29, 2019
Cuando escuchamos la frase “ser sostenibles” nuestra mente hace un recorrido por el significado que sujeta una frase tan corta con una implicación contundente, lo cual genera que las marcas y las personas lo asocien con un tema estrechamente ligado solo a lo medioambiental, pero la sostenibilidad es una composición ambiental, social y económica que construye un esquema de soporte viable y equitativo.
Hasta ahora hemos encontrado que cada uno de los pilares del desarrollo sostenible tiene un crecimiento continuo, ya que se refuerzan entre ellas para lograr una relación entre las actividades y acciones humanas con la preservación del entorno, pero ¿qué sucede cuando no es suficiente abordar solo tres aspectos?
Las marcas vienen migrando hacia nuevos modelos y retos que les permiten tomar acciones que generan soluciones concretas para las problemáticas sociales y ambientales que abarcan la definición de los pilares de la sostenibilidad, pero más allá de estos tres pilares se han creado cinco parámetros que son llamados áreas de impacto para evaluar cómo las marcas logran acoplarse a estos nuevos modelos que toman decisiones corporativas vinculadas al interés no solo financiero sino a otros intereses a largo plazo que involucran a los empleados, clientes, proveedores y estructura de trabajo, convirtiéndolos en las llamadas empresas B.
Las empresas B están apostando por redefinir el éxito, ya son más de mil que se han sumado a esta comunidad que se asegura de cumplir el propósito o esencia de cada marca en lo social y ambiental, cumpliendo también los estándares de transparencia que hacen que todas las acciones tengan verdadero valor fundamentado.
¿Cómo las empresas B miden sus áreas de impacto?
Todo comienza por un primer cuestionamiento en donde la responsabilidad de las marcas en este instante es imprescindible ya que no se trata de ser empresas perfectas sino de tener la disposición de empezar y asegurarse de tomar acción en cada una de estas áreas. La responsabilidad corporativa y financiera es la parte de Gobernanza, la consciencia de las necesidades, beneficios, derechos y deberes va con los Empleados, la inclusión, diversidad e involucramiento que debe tener la marca con su entorno es Comunidad, la satisfacción, transparencia, bienestar y concordancia con los lineamientos de la empresa va con Clientes y por último tenemos el área de impacto Medio ambiental que se traduce en las acciones positivas del proceso, manufactura y coherencia con las demás áreas.
Estas cinco áreas de impacto logran que las marcas que están buscando ser parte del cambio sean para el mundo y no solo del mundo, impulsando cada vez un pensamiento que recrea la importancia de nuestro comportamiento con el entorno, acelerando un cambio necesario y creando un profundo cuestionamiento en las marcas que aún siguen aparcadas.
Desde imasD constantemente estamos analizando qué sucede en nuestro alrededor para lograr encontrar un equilibrio en donde se busca mejorar, para lograr ser parte de un ecosistema construido con los pilares de la sostenibilidad o desde las nuevas áreas de impacto de las empresas B para sumarnos a sembrar una inquietud en la mente de las personas haciendo parte de una nueva manera de crear el mundo.