San Francisco, un cóctel de culturas

By: Sandra Mora
Agosto 22, 2018

Abrir la mente e inspirar, para esto nos sirve el coolhunting.

El mundo está en constante movimiento y transformación y las marcas no deberían quedarse atrás, deben adaptarse a lo que está sucediendo y evolucionar, para poder sobrevivir. Mucho se ha hablado de Coolhunting, pero no se trata de viajar a tomar fotos como muchos creen, coolhunting es primero que todo, tener un objetivo en mente y luego salir a vivir la experiencia, vivir tú mismo lo que está sucediendo en el mundo y no quedarse solo con lo que nos cuenta internet, es dejar atrás por un rato la tablet, el celular o el computador, para poder sumergirte en la experiencia, es sentir la ciudad, el pueblo o el supermercado donde te encuentres, abrir la mente, oxigenarse, inspirarse y empezar a dejar fluir la ideas.

Lo cool va más allá del estilo y la moda, tiene que ver con la identidad de las personas, las tendencias son acuerdos colectivos que transforman la cultura de alguna forma. Las marcas no son solo una imágen gráfica, tienen todo un mundo detrás, un mundo de experiencias que nos atraen, por eso es importante ir a vivirlas.

Las principales herramientas que se necesitan para esta investigación son: tener en el botón de encendido todos los sentidos y tener pasión por hacerlo. Luego de esto ya vienen, las fotografías, videos y notas. Realmente no se trata de registrar cómo está la categoría que se va a trabajar y ya, se trata de inspirarnos en ver otras categorías, de saber clasificar lo que es realmente importante, conocer algo de la cultura, comportamientos, olores, colores, sabores, temperaturas, sonidos, historias, movimientos en los diferentes puntos de la ciudad, experimentar, ser curioso, preguntarle a la gente, atreverse, ver lo que nos dictan los mismos usuarios y las nuevas formas de consumo, etc, es involucrarse y sentir. Así, después de captar todas estas señales, se analizan, se interpretan y se entra en una etapa de ideación, de poder plasmar todas esas experiencias en nuestros proyectos, de ver oportunidades para las marcas y posibles escenarios, es evolucionar las ideas para trascender.

Después de recorrer diferentes ciudades del mundo en búsqueda de inspiración, por fin es hora de ir a la costa oeste de Estados Unidos, California, más específicamente ¡SAN FRANCISCO!

Conocida por sus calles empinadas, su historia, su arquitectura, su increíble skyline, su tranvía, sus puertos, sus paisajes, su desarrollo, ser centro de innovación y su diversidad, esta ciudad nos brinda una gran cantidad de fuentes de información.

Durante los últimos años, la ciudad ha sufrido un proceso de gentrificación debido al crecimiento de compañías de tecnología y Start-ups en Silicon Valley, al sur de la bahía.

Trabajadores de estas empresas, con altos ingresos, llegan a instalarse en diferentes barrios de la ciudad que les ofrece una buena relación de calidad y precio, quienes luego rehabilitan los edificios, lo que va revalorizando la zona, provocando un aumento en sus alquileres y en los valores de las propiedades y así mismo creando un desplazamiento de clases porque el costo de vida se vuelve muy alto, y sus habitantes originarios no son capaces de pagar una vivienda en él, no pueden permitir el lujo de vivir en la ciudad y se van. Sumado a una población históricamente inquieta y rebelde, llegan los nuevos habitantes, trabajadores de estas empresas, emprendedores provenientes de muchos países del mundo que crean una interesante mezcla de culturas y estilos de vida que originan todo un movimiento de continuo desarrollo alrededor, ya que surgen negocios con conceptos nuevos, restaurantes, lugares de entretenimiento, tiendas, cafés, etc. que crean una serie de realidades y cambios en la forma en la que se consume que son muy interesantes de observar. Y es ahí donde entraremos para llenarnos de ideas y encontrar oportunidades para que las marcas trasciendan.

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