Este mes, exploramos una dimensión del diseño que gana protagonismo: el diseño como acto de anticipación. Muchas veces no se trata solo de responder a las necesidades actuales, sino de imaginar futuros posibles y tangibles, y diseñar en función de ellos.
¿Por qué nos importa?
El diseño anticipatorio permite a las marcas y organizaciones prepararse (y preparar a sus audiencias) para lo que aún no existe. Es una invitación a pensar en escenarios alternativos, en productos que aún no se necesitan pero pronto serán inevitables, y en narrativas que construyen visiones más humanas, regenerativas o tecnológicas del futuro.
Diseño especulativo, biomateriales, storytelling de futuros y visualizaciones de sistemas complejos están entrando al toolkit del diseñador actual.
Caso de estudio: IKEA & Space 10
El laboratorio de innovación SPACE10 (aliado de IKEA) ha sido pionero en el uso del diseño para imaginar futuros urbanos, sostenibles y éticos. Aquí toman lugar cuestiones sobre cómo viviremos, cómo nos alimentaremos y cómo trabajaremos, proponiendo soluciones tangibles desde la creatividad.
Un caso propio: Diseño de futuros
En ImasD, hemos estado trabajando con marcas que no quieren adaptarse al cambio: quieren liderarlo. Nuestros corredores de innovación combinan la exploración de tendencias con el pensamiento sistémico y la visualización estratégica para co-crear escenarios futuros con nuestros clientes. No se trata de adivinar el mañana, sino de diseñarlo con intención hoy.
¿Qué tal si el diseño no es solo una solución, sino una pregunta abierta al porvenir?